La propuesta de reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales ha suscitado un intenso debate que toca aspectos cruciales en las relaciones de trabajo del país. 

Presentada inicialmente en 2022, esta iniciativa busca modificar la fracción IV del apartado A del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, México busca alinearse a los estándares laborales internacionales que priorizan el bienestar de los trabajadores. 

El objetivo es establecer una jornada de 5 días laborables, garantizando al menos dos días de descanso semanal para las personas trabajadoras y aquí está el debate de la productividad, la inquietud del sector empresarial radica en la capacidad operativa y sus costos, expliquemos un poco sobre los dilemas que nos encontramos con esta reforma.

Los Argumentos a Favor

Los defensores de la reducción de la jornada laboral en México señalan que existen ejemplos exitosos en países como Suecia y Alemania que respaldan esta propuesta. En estas naciones, la implementación de jornadas laborales más cortas se ha asociado con un aumento en la satisfacción laboral y el bienestar de los empleados. Estudios indican que el tiempo libre adicional permite a los trabajadores disfrutar de un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional, lo que resulta en niveles más bajos de estrés y un mayor compromiso con sus tareas.

El exceso de trabajo está vinculado a un incremento en los accidentes laborales y enfermedades relacionadas con el estrés, como ataques cardíacos y derrames cerebrales. Es esencial para los trabajadores establecer condiciones laborales que protejan su salud física y mental para garantizar un entorno laboral seguro y productivo. La adopción de una jornada laboral de 40 horas en México podría representar un avance significativo para estos efectos.

Mejorar las condiciones laborales facilitaría la creación de un entorno en que los empleados se sientan valorados y  motivados para contribuir de manera efectiva a sus organizaciones. Este cambio podría resultar en un ciclo virtuoso: empleados más satisfechos y saludables que, a su vez, impulsan una mayor productividad en las empresas.

 

Preocupaciones empresariales  

Algunos segmentos del sector empresarial ha manifestado una fuerte oposición. Voceros como Lorenzo Roel, del Consejo Coordinador Empresarial, argumentó que implementar esta reforma podría elevar los costos operativos de las empresas de manera significativa, sin un incremento previo en la productividad, la reducción de horas laborales podría traducirse en costos adicionales por pago de horas extras y menos recaudación de impuestos.

Se ha señalado que México aún enfrenta retos importantes con la informalidad laboral. Algunos argumentan que una medida como esta podría incrementar la brecha de aquellos que trabajan sin prestaciones o seguridad social.

Otra de las preocupaciones es que la propuesta laboral omite incluir un régimen de transición, es decir, no contempla la implementación sucesiva de la norma como ha sido aprobada en otros países de Latinoamérica, sino que prevé una entrada en vigor inmediata.

 

Marco en Derecho Laboral y adaptación de los Empleadores a la Reforma

El artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece las bases para garantizar condiciones dignas de trabajo y la protección de los derechos de las personas trabajadoras. Esta reforma se alinea con convenios internacionales, como los de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que promueven condiciones laborales justas y equitativas.

Para el sector empresarial y en especial las microempresas, adaptarse a esta reforma puede parecer un desafío, especialmente en un entorno económico competitivo. Sin embargo, existen estrategias que pueden implementar si se aprueba esta reforma, sin caer en la tentación de realizar despidos o reducciones salariales:

 

  • Los empleadores pueden llevar a cabo una revisión de sus procesos operativos para identificar áreas de mejora. La eficiencia organizacional y administrativa claramente se puede incrementar a través de la optimización de procesos, lo que podría permitir a las empresas mantener su productividad con menos horas de trabajo.
  • La adopción de nuevas tecnologías puede facilitar la automatización de tareas y mejorar la eficiencia. Esto ayuda a reducir costos operativos y también puede liberar tiempo.
  • La capacitación y desarrollo puede resultar un aumento en la productividad. Invertir en la formación del personal mejora sus habilidades, contribuye a un mayor compromiso y satisfacción laboral.
  • Crear un ambiente laboral positivo y flexible ayudaría a retener empleados talentosos. Implementar políticas que fomenten la conciliación entre la vida laboral y personal, como el trabajo remoto o horarios flexibles, puede resultar mayor bienestar y rendimiento.
  • La negociación colectiva puede facilitar acuerdos que permitan mantener la viabilidad económica de las empresas mientras se cumplen los nuevos requisitos laborales.
  • La implementación gradual de la reforma en lugar de aplicar la reducción de la jornada laboral de forma inmediata permitiría ajustar las operaciones y asegurar que el impacto en la productividad se minimice.

En conclusión, la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales en México representa una oportunidad para mejorar las condiciones laborales y el bienestar de los trabajadores, pero también es un tema que debe seguir siendo discutido en conciencia.  La innovación y los derechos humanos son un impulso a la mejora cultural laboral, adaptarse a estas nuevas condiciones es un reto que puede superarse mediante la implementación de estrategias proactivas que garanticen la viabilidad económica de las empresas sin recurrir a despidos y/o reducciones salariales. En última instancia, una fuerza laboral motivada y satisfecha no solo beneficia a los empleados, sino que también potencia la productividad y competitividad de las empresas en el mercado.